Navegando
hacia el
próximo reto
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MATT GUTHMILLER TIENE UN SECRETO para hacer posible lo imposible: divide los retos aparentemente insuperables en pequeñas partes individuales. Antes de establecer el récord del vuelo en solitario más joven alrededor del mundo en 2014, tenía poca experiencia como piloto, no poseía un avión y no había volado más lejos que de Dakota del Sur a Iowa y viceversa. ¿Pero eso le disuadió? En absoluto.
Tardó un año, pero afrontó cada uno de los retos de forma metódica, uno por uno: encontrar un avión, conseguir patrocinadores y pedir consejo sobre logística a la pequeña comunidad de circunnavegadores aéreos. «Resuelves un paso, luego otro, y así llegas al siguiente», afirma. «Es todo eso, además de mantener la motivación y la determinación para conseguirlo».
Por supuesto, los retos no se limitaron a la fase de preparación. Volar en solitario alrededor del mundo implica recorrer grandes distancias, ya sea cruzando océanos o llegando al siguiente lugar donde haya combustible. Algunos de los vuelos de Matt duraban 16,5 horas, sin contar las varias horas previas dedicadas a preparar el avión. A pesar de su cansancio, tenía que permanecer despierto, alerta y capaz de tomar decisiones vitales sobre el tiempo. «Son días increíblemente largos», dice Matt. «Fue físicamente agotador e intenso».
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Las redes sociales estaban en sus inicios en 2014 y, mientras Matt recorría el mundo, lo único que hacía era publicar alguna que otra foto en su página de Facebook. No obstante, logró acumular alrededor de 10 000 seguidores a lo largo de su viaje de 45 días y 48 200 kilómetros. Esto sirvió como punto de partida para la actual presencia de Matt en las redes sociales, que comenzó a construir después de regresar a los Estados Unidos. Con casi 230 000 suscriptores y cerca de 200 vídeos de larga duración que han obtenido millones de visitas, ahora se le considera uno de los cineastas pioneros de la aviación en Internet.
«Empecé porque siempre me ha gustado el cine. Sabía que podía llevar las historias sobre mis vuelos a un nivel completamente diferente», afirma Matt, quien aplicó el mismo enfoque sistemático al nuevo reto de las redes sociales. Después de utilizar un par de iPhones y GoPros para hacer su primer vlog, fue mejorando progresivamente, empleando cámaras de cine profesionales, cámaras montadas en drones y, más recientemente, cámaras de cabina con calidad IMAX. En su opinión, contar con la mejor tecnología le garantiza poder contar grandes historias con las imágenes que merecen y sin verse limitado por dificultades técnicas.
Matt también ha desarrollado un sexto sentido para los temas que atraen al gran público. «A la gente le encanta lo nuevo», explica. «En muchos sentidos, la aviación ha perdido la capacidad de asombrar. Mis mayores éxitos son cosas que nadie ha visto antes: volar un avión de pasajeros de la década de 1930 a través del océano o un avión de combate de la década de 1940».
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Aunque Matt utilizó un Beechcraft Bonanza monomotor para su vuelo alrededor del mundo, con el que batió el récord, se ha convertido en un gran admirador de los aviones de entrenamiento y de combate antiguos, atraído por lo que denomina su «factor de atractivo intrínseco». Subirse a un caza a reacción con alas en flecha desarrollado a finales de la década de 1940 es para él como retroceder en el tiempo, y le da una idea de cómo debió sentirse el piloto de pruebas Chuck Yaeger al romper la barrera del sonido. Más allá del factor nostalgia, le encanta el manejo imperfecto y complejo, las altas velocidades y la libertad absoluta.
En 2023, tras su primer año en la escuela de pilotos de carreras, Matt participó en las Reno Air Races pilotando un Aero Vodochody L-39 Albatross, un avión de entrenamiento ligero, en formación «no cooperativa». Las carreras aéreas, afirma, son lo más difícil que ha hecho en su vida. «Hay que estar muy concentrado», explica. «No puedes parpadear porque vas a 800 km/h, quizá a 15 metros sobre el suelo, y hay otro avión a 6 metros de distancia. No tienes tiempo para pensar en lo que estás haciendo. Entras en ese estado de trance en el que todo lo demás desaparece. En ese momento, en la cabina, solo estás concentrado en volar, en mantenerte con vida y en seguir en la carrera. Es intenso».
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Tras un rato con Matt, ya sea en persona o por Internet, recordará que, independientemente de la emoción, gran parte de volar consiste en comprobar una, dos y tres veces; en tener un plan, un plan alternativo y un segundo plan alternativo. Un equipo que funcione a la perfección, también en el control del tiempo, es parte de la ecuación de preparación y seguridad.
«La navegación tiene que ver con el tiempo», afirma Matt. «¿A qué velocidad vas? Distancia dividida por tiempo. ¿Dónde acabarás? Velocidad multiplicada por tiempo. El GPS es fantástico y facilita la vida, pero a veces se necesita algo más. El GPS puede sufrir interferencias o el receptor puede fallar. Ser capaz de orientarse utilizando como referencia elementos como un reloj preciso y un mapa es fundamental para volar».
Desde 2021, Matt vive en una casa hangar en Alpine, Wyoming, rodeado por las impresionantes montañas Teton. Eso le da la libertad de volar a cualquier lugar, en cualquier momento. Cuando no está volando, Matt dedica todo su tiempo libre a trabajar en 8Flight Aviator, la aplicación integral de planificación de vuelos que lanzó en 2024 y que combina mapas meteorológicos, información aeroportuaria en tiempo real y precios de combustible, lo que permite planificar vuelos en segundos en lugar de minutos.
«Rindo al máximo cuando trabajo exactamente en lo que quiero», afirma Matt. «En los negocios, he intentado encontrar oportunidades que nadie más ha pensado en aprovechar. A menudo se trata de ideas relativamente sencillas que semejoran ligeramente para marcar una diferencia considerable».
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En 2024, Matt celebró el décimo aniversario de su primer vuelo en solitario alrededor del mundo repitiendo la hazaña en un turbohélice TBM 850. Aunque el vuelo fue mucho más fácil, rápido y cómodo que en el Bonanza, también planteó sus propios retos. Tomemos como ejemplo el tramo del vuelo entre Japón y Alaska. Sin la posibilidad de hacer ninguna parada, la distancia era enorme. Con el Bonanza, más sencillo, Matt había añadido depósitos de combustible adicionales, pero eso no era posible con el TBM, más complejo. En lugar de ello, Matt tuvo que esperar semanas para que se dieran las condiciones meteorológicas y el viento de cola adecuados que le permitieran llegar a Alaska sin quedarse sin combustible.
En lugar de llegar a unos pocos miles de seguidores en forma de imágenes fijas en Facebook, el relato de Matt sobre su segundo vuelo alrededor del mundo se está difundiendo como un elegante programa de televisión. Es el estilo clásico de Guthmiller: repetir y mejorar, repetir y mejorar. El eslogan de CITIZEN PROMASTER es «Go Beyond» (Ir más allá), y Matt lleva desde su adolescencia superando límites, superando obstáculos y ampliando posibilidades. Cuando se le pide que sintetice su filosofía de vida, dice: «Me gusta ir más allá, hacer cosas que la mayoría de la gente nunca haría. Si algo es teóricamente posible, no hay razón para que usted o yo no podamos hacerlo. No suelo aceptar un "no" por respuesta. Si hay algo que quiero hacer, pase lo que pase, encontraré la manera de hacerlo realidad».
NAVEGANDO HACIA EL PRÓXIMO RETO
PERFIL
Matt
Guthmiller
