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LA PEQUEÑA ISLA
CON GRANDES LOGROS

El científico marino, explorador y autor de documentales australiano Dean Miller solo rondaba los seis años cuando descubrió su vocación. “Fui a bucear a Victoria (Australia) y enseguida me sumergí en este otro mundo rebosante de formas de vida, colores y movimiento. Al emerger le pregunté a mi madre: ‘¿Cómo puedo hacer esto para siempre?’ Ella contestó: ‘Siendo biólogo marino’. Y eso hice.” Pero tras doctorarse en gestión de los arrecifes de coral dos décadas más tarde, Dean tenía otras aspiraciones. Un viaje de un año dedicado a estudiar las focas en la Isla Macquarie, entre Nueva Zelanda y la Antártida, dio comienzo a una segunda carrera paralela como creador de documentales.

Los únicos animales que escasean en la Isla de Lord Howe son los humanos. Solo hay 380 residentes fijos, mientras que el número de turistas simultáneos está limitado a 400. Como vestigio de un volcán extinguido, la isla exhibe un paisaje espectacular que abarca desde montañas de 875 metros coronadas por bosques nubosos hasta el arrecife de coral más meridional alrededor de una preciosa laguna azul. En 1982 la Isla de Lord Howe se incluyó en la Lista del Patrimonio Mundial y en 1998 fue declarada parque marino (zona prohibida para la pesca comercial en un radio de 19 kilómetros).

“Es triste ver lo duro que resulta para tantos organismos que constituyen los bloques de construcción de los ecosistemas de los arrecifes coralinos. El océano se está volviendo inhabitable. En muchos aspectos es un aviso anticipado de lo que va a suceder en la tierra”, dice Dean. El propio Dean es famoso por su activismo en la protección de los corales del planeta a través de su proyecto Forever Reef. Empezando por la Gran Barrera de Coral, su objetivo es recoger y preservar las especies de coral del mundo en un “arca de coral”. “Recogemos lo que hay ahora para que esté disponible en el futuro. Mientras lo tengamos todo preparado, podremos actuar más tarde”, explica Dean.

Experimentar directamente el mundo natural en todo su esplendor inspira a las personas a preservar la herencia medioambiental que comparten. Así sucede con los residentes de Lord Howe que, no conformes con las amplias protecciones legales que entraña su condición de Patrimonio Mundial y parque marino, dan prioridad a las necesidades del medio ambiente en muchas facetas de sus vidas cotidianas, como la prohibición de los cruceros y el desarrollo turístico masivo, la instalación de paneles solares para generar energía o la fervorosa apuesta por los vehículos eléctricos. “La gestión de la Isla de Lord Howe debería servir de ejemplo al resto del planeta para la protección de los ecosistemas terrestres y marinos”, manifiesta Aaron. Por su parte, Ian describe la isla como un “faro de esperanza” e “inspiración para el mundo”.